NGC 6369

por edicionesochoacostado

Nebulosa del Pequeño Espíritu

LA NEBULOSA DEL PEQUEÑO ESPÍRITU

Descubierta en 1784 por el astrómomo aleman Herschel, esta nebulosa nos permite viajar en el tiempo, hacia el futuro, exactamente cinco mil millones de años. Y es que lo que allí vemos es lo que queda –lo que va quedando– tras la extinción de una estrella igual a nuestro sol, al agotar su etapa de gigante roja. La maravilla en la lente del telescopio nos podría hacer pensar en el alma de los astros, en el espíritu que su muerte libera al espacio en forma de gas ionizado. Seguramente ya no quedarán humanos para cuando el sol, y con él la Tierra, se apaguen, o quizá anden muy lejos, viajando a través del espacio profundo. Quién podría negarnos que no será algo parecido al pequeño fantasma lo que observen a través de las ventanillas de sus naves, como quien observa con nostalgia y tristeza cómo arde su casa, a lo lejos, mientras huye en la noche hacia la oscuridad insondable.